martes, 2 de agosto de 2011

Respuesta a una carta.

Y aquí estoy otra vez. Recuerdo cuando dije que no iba a volver a ver el maldito blog. 


Desde que nací siempre pensé, y creo que sigo pensando, que no valgo la pena, que soy de esas que es imposible de encontrar y que no es la ideal para cualquier chico con dos dedos de frente. Sé que no soy perfecta, y mi superior agilidad mental, supongo, hace que pueda ir por delante de todos. Sé perfectamente que es desconcertante para, tí, por llamarlo así.

Desde que empezaste a sentir esa atracción magnética tan mía, sabía que la cosa no iba a ir bien. Haría lo de siempre, otra vez, por "hacer algo". (Una chica ideal, inteligente, madura, divertida, con sus toques cariñosos, puede hacer cosas así, según tus palabras de como soy, cof.) 

En los siguientes meses vi que la cosa me superaba, de la cual no tenía más remedio que dejar pasar el tema, pues el hecho de caer en la tentación de siempre no me iba a recompensar con absolutamente nada, y eso me quedó claro. También "conseguí deshacerme de ese sentimiento que iba creciendo". Sí. No me engañé a mi misma y lo dejé en "nada".

Y, ¡sorpresa! Una noche se convirtió en mágica... pero no sabía dónde me metí. Ni de coña.

Lo demás tú y yo lo sabemos y nadie más lo tiene que saber. Y hace poco pasó lo que pasó... que no sé ni quiero interpretar. Simplemente, ya noté que llegaste a tu tope. Ya no puedo más. Siento no haber sido quien esperabas que fuese. Lo hice lo mejor que pude.

Igualmente, esto es una despedida si tu quieres. Pienso que lo que ha pasado es otro de los tantos puntos de mi rareza. No quiero que sea una despedida, pero sí quiero que despejes tu mente, por eso te dejo que la despejes con quien quieras.

No nos engañemos. Has llegado a un tope gracias a mi, pero aún... aún guardas esperanzas, y lo sé. Esperanzas que tenías hace meses siempre presentes en tu mente. Era lo que me estaba motivando (¿A qué?)

¿Yo?

Sí... aún guardas esperanzas. Muchos te tildarán de gilipollas por ello. 
Sé qué pensar. Sé qué hacer, y sé qué decir. Puedo sentir, pero no quiero tramar lo peor que puede pasar. Ya sabes que estoy de vacaciones.

Yo... yo sólo quiero... no sé...
No se lo que quiero.




No sé si leerás esto, feo. Espero que sí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario