Mis pies bailaban solos, locos por conocer el mundo que nunca antes habían pisado.
Sin embargo, al cabo de varios días, lo que consideraba tiempo invertido, trabajado, dedicado, ocupado y desvivido se convirtió en mero tiempo libre. Y volví a desear esa sensación de respiro que no quería retomar, pues jamás supuse que la necesitaría.
Descansé, y me cansé de descansar. Anduve, y me cansé de andar. Y así, un completo e infinito bis.
Mi vida iba avanzando en círculos, justamente al contrario que las agujas del reloj..
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