Todo vuelve a su calma, es tan relajante...
Siento el aire fresco y nítido sobre mis mejillas mientras una brisa esclarecedora envuelve mi pelo.
Mis pupilas brillan y miran hacia delante en busca de un horizonte donde poder recaer su atención.
Siento la necesidad de saltar y pisar por donde yo quiera, de gritar y que el eco sea la única respuesta que obtenga, de respirar suavemente y analizar todos y cada uno de los olores que la naturaleza esconde.
Alzo los brazos y siento como el aire hace de mí una pequeña y ligera nube..
He podido romper cadenas para llegar hasta aquí, ningún sentimiento me ata ahora, puedo vivir con él sin que me encierre en ninguna pesadumbre.
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