Bien es cierto que nunca he sido muy dada a dar mi opinión de una forma así de directa, tan en primera persona. Me caracterizo más por mi yo filosófico que no tiene nada de filosófico pero que bueno, sirve para darle un tono lírico y meloso a los textos que me saco de la manga cuando quiero dármelas de escritora frustrada o algo semejante. Tal vez sea porque últimamente me tachan de gilipollas. Será que he perdido mi aura de intelectual y me estoy dejando contagiar por el pasotismo cultural de mi entorno. Que pena.
El caso es que esta tarde estaba leyendo unas líneas de un articulista (bastante pedante) que hizo en un periódico que tampoco voy a nombrar, no vaya a ser que consiga algo en la vida y algún loco maniático quiera vender mi posición a Intereconomía para que cuatro ovispos me pongan verde dentro de un programa con medios audiovisuales de la era de piedra, y me enervó demasiado. Pero no sabéis en cuanta medida.
Dicho "articulista" proclamaba la necesidad de una estandarización de la sociedad. Sí, que todo estuviese medido al milímetro al más puro estilo Hitleriano. Contaba, entre varias palabrejas que seguramente buscó en un diccionario de sinónimos para darselas de intelectual, que el problema de España era la excesiva libertad que nos caracterizaba frente a los países del norte. Sorprendida estaba obviamente por el simple hecho de que no es la diferencia de libertad lo que caracteriza ese abismo sino la mentalidad inculcada. Y no hace falta ser un as para deducir que allí las formas y hábitos se toman diferente, cosa que no incluye que sea mejor o peor.
Siguiendo lo escrito por él, hablaba también de una forma bastante superflua y vacía de problemas económicos, sociales, etc... Lo de siempre, vamos, haciendo unos extraños y absurdos comentarios desde su posición política, que puedo deducir que se remonta a la del siglo XVII mínimo, en la que exigía que de una vez se pusiesen una serie de medidas a la situación para sofocarla, ya que afectaba a los que de verdad soportaban el peso del país (la pijocracia, vamos).
Ya en este momento no sabía si pensar si era una broma del 28 de Diciembre atrasada o una tomadura de pelo de un niño de preescolar, pero parece ser que primero se le da bien eso de decir que a los que "soportan el peso" les está afectando todo esto (que no dudo que más de alguno que tiene su cerebro tendido con pinzas en su casa secando después de un buen lavado se lo crea) y segundo que este individuo no esta muy informado de los problemas que surjen por allá su amado norte, el cual muchas veces vemos como un ejemplo a seguir ante soluciones que nunca vamos a tomar. Como pude observar, entre la forma de estado ideal que él estaba planteando y llevar cadenas puestas había poca diferencia, por comentarios como; "trabajar más por menos, un sacrificio que todo español debe hacer para levantar su patria", "asumir las decisiones de estudiosos que dedican su tiempo a evaluar la situación y que saben lo que hacen", "dejar en manos de otros países con mayor balance nuestra economía", "cambiar un poco de mentalidad que con tanta manifestación solo se consigue más papeleo" y miles de sentencias tipo.
Realmente el problema de todo esto no reside en que se piense así. El problema está en que quien manda aquí comparte con él los cafés de media mañana en el Palace de Madrid. No tengo muchas ganas de seguir escribiendo sobre el tema debido a que me hierve bastamente la sangre, pero os podéis ir haciendo una idea de como va la cosa.
¿Pero sabéis qué? No os preocupéis. Hay un dicho que dice más o menos que si tú no eres feliz almenos alguien lo es por ti. Pues tenemos la enorme suerte de que cada 10.000 ciudadanos alguien como este articulista (de afición) lo es por nosotros, desde su parcela en las Islas Caimán.
Ciao.
PD: Los que vais repitiendo ideas revolucionarias cual loros me dais muchisima pena. Triste eso de no poder tener una creencia fundada y no estar ni minimamente informado.
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